4 de enero de 2011

Amor

Irracional, egoísta, mezquino,
 descabellado, arbitrario, odioso...
¿Por qué hemos de padecer tanto a tu servicio?
¿Por qué eres el único capaz de asfixiar 
al mas recio de los estrategas,
de resucitar al más polvoriento de los difuntos?
 ¡Por qué no desapareces!
 Soltad vuestras cadenas,
 dejadnos vivir nuestro miserable,
 desdichado existir...
Los días pasan, la vida pasa,
la lluvia en el asfalto,
las hojas del otoño, 
el agua de cristal...
Tiempo, ¡tiempo!, fugaz, fugaz...,
 las luces de la ciudad, los coches,
las personas, fugaz, todo, fugaz.
Pesadez, invariabilidad infinita,
quebrada solo por ese llanto desgarrador,
ese llanto de tus entrañas,
el que no debieras de sentir,
pero al que sentirás. 

2 comentarios:

Slayer dijo...

Y esto me recuerda aquella historia que Xuan Xosé nos relató sobre aquél hombre cuyo hijo le veía a todo algún tipo de significa sexual, no sé si te acordarás... ;P

Qué ¿hubo suerte, o no la hubo? Por el estilo del poema, juraría que no, pero ya me dirás... (si te de mucha vergüenza colgarlo aquí, me lo dices de palabra, que total, pa lo que nos queda de vacaciones...)

Por lo demás, no es mal poema aunque OH, WAIT!!! ¡ESTO NO TIENE QUE VER NADA CON FOTOGRAFÍA!

En fin, paro de decir sandeces. Cuidate, boss

Hevia dijo...

Jajajaja, ya te contaré...

Ya dije en otra entrada que iba a poner en este blog más cosas aparte de fotografía :))